lunes, 16 de mayo de 2011

Entrañable Madrid.

Viniéndome a la cabeza la canción de Mecano, en estos días de exámenes que buscas lo mínimo para distraer tu vista de los apuntes… hagamos un balance de lo bueno y malo.
Por suerte o desgracia, las personas de hoy en día disponemos de muy poco tiempo, que en ocasiones llega a ser inexistente, para pensar en nosotros, para reflexionar sobre lo que hemos dejado atrás, lo que estamos viviendo y lo que nos queda por vivir.
Cuando logramos dar con uno de esos momentos en los que nos da por conocernos un poquito más, indagando en lo que tenemos adentro, aquello que muchas veces nos da miedo mostrar o incluso reconocer, podemos encontrarnos con que hemos pasado como de puntillas por muchas cosas, sin habernos percatado del todo de la importancia de estas, o sin haber podido disfrutarlas al máximo; y aquellos momentos amargos serán recordados con el mal sabor de boca que en sus días nos produjeron.
Una vez hayamos concluido el repaso de nuestros días, analizaremos los efectos de estos y concluiremos si actuamos correctamente o por si el contrario aprenderemos para la próxima.

Pues bien, me concedí uno de esos días para mi, más bien una mañana por una de las calles céntricas de Madrid, rodeada de escaparates de tiendas que invitaban a entrar. Empecé a echar días atrás y enseguida me di cuenta de lo que ha podido cambiar mi vida en 8 meses, por no decir toda, ya que podría decirse que hasta de nombre he cambiado.
Dije adiós a 18 años en la misma ciudad, un “hasta fechas vacacionales” a mi casa, mi gente, un hasta luego a mi segunda casa, esas alejadas pistas de atletismo;  comencé con “Holas” a mis nuevos compañeros de clase, colegio mayor, amigos, compañeros de entrenamiento, entrenador y personas que se hacen un hueco especial.
Por caprichos del destino tuve que abandonar los entrenamientos al “bajarse del barco” mi querida rodilla izquierda… puede que el golpe fuerte del año…

¿El balance?
Vértigo.  Conclusiones personales. El pasado, pasado está.  Se vive en el presente. De todo se aprende. Se viste mejor con una sonrisa. Me gustan estos nuevos días. Me gustan los nuevos personajes  que conforman mi vida.











Que nunca te aborden las prisas.

jueves, 27 de enero de 2011

Shared reflections.

Retomo este mundillo, no se la duración que tendrá esta vez ni cada cuanto será renovado, supongo que la solución vendrá dada de la suma de inspiración + tiempo disponible.

Año nuevo, metas/propósitos/vida nueva se dice, ¿no?
Hay veces que no valoras o reconoces el verdadero significado que algunos tópicos pueden tener. Este creo que es uno de ellos, o al menos, personalmente, lo estoy teniendo muy presente estos últimos días.
Que mi cabeza con la oleada de novedades que han inundado los últimos meses ha ido procesándolas poco a poco, algunas con poco tiempo de maduración.
Se dice que los comienzos no son fáciles, (otro tópico que solemos pasar por alto,nosotros que somos todos muy listos y mayores como para andarnos con chiquillerias de refranes) y realmente no lo son.
Utilizo el ejemplo del pajarito que aprende a volar para intercalar mi situación:
Sale el pajarillo todo desplumado del cascarón, la madre le da calor y comida los primeros días hasta que el pequeño pajarillo aprende a pedirla por si mismo y empieza a experimentar con la caza de mosquitos que revuelan cercanos al nido.
Cuando han pasado los días suficientes para que el plumaje se forme por completo, el pajarillo esta listo para emprender el vuelo y sentir ese orgullo de independencia de mamá.
¿Que hace ella? ¿ Le da clases teóricas de vuelo? No me cuadra esa idea...
Deja que el pequeño experimente por si mismo, que bata las alitas y caiga de golpe al suelo, que aprenda a levantarse, que insista una y otra vez, que ya estará ella bien atenta por si el pequeño necesita una ayuda extra en un caso muy puntual.
Pues nuestros padres igual, sin alas, pico y nido pero con piernas/brazos, boca y casa.
Cuando nos independizamos de ellos no nos despiden con un manual de supervivencia, un "Que hacer cuando mamá y papá no me resuelvan los problemas" (sieeeempre existirá la excepción que confirme la regla..)
Ellos nos observaran a los lejos y acudirán a nosotros cuando vean que su experiencia en la vida puede tener  una repercusión beneficiosa en nosotros, que nos harán ver que ante todo el juicio propio prevalece.

Y así ha sido.
El pajarito Lachén ha piado.
Ha mostrado su visión de mi nueva vida.
Ha hecho reflexionar.
Ha hecho surgir efecto.

Gracias.

Los resultados, coming soon.



Paula Sira

Foto: Dominique Leyva.